viernes, 25 de abril de 2008

Suite I : Arena primigenia


Hasta que se rompa el desierto
los labios secos callarán.

Los ojos en azafrán tintados
-rojo arena, piel, espalda-
se niegan a rodar por el oasis
si no sienten que la ventisca
va a amainar carícias.

Son nómadas somnolientos
cargados de bordados en la frente.

En golpe de viento
el silencio y la tienda de campaña.

Sensuales las manos polvorientas
abren con fuerza una naranja
de jugos tan dulces
que el verano inunda
y pasa ácida
la noche, los besos.

La gota cayendo por la sien,
la lengua trepando en ocaso.

Y el líquido de las horas
da vueltas en círculos concéntricos
mareando pozos de vendas transnochadas.

6 comentarios:

Emilio Ruiz Mateo dijo...

No te habrás pintado los ojos de azafrán, ¿no? jijiji
Ya sé que no hay que confundir realidad, ficción y poema. Pero es que como a veces se mezclan...

Sunion30 dijo...

Muy graciosete Mr.Week :) jeje pero mi seriedad me impide ese tipo de acciones. De todas maneras sólo pensar que todo lo que uno escribe pudiera conectarse con la realidad me trae a la mente una palabra: esquizofrenia!
Mejor así. De eso trata la literatura, no?

Emilio Ruiz Mateo dijo...

No, hombre, no quiero que te vuelvas loco... Nada de rímel ni esquizofrenias juas juas juas

Rocío dijo...

¿Y si el desierto inconmensurable no se rompe nunca?
¿Habrá que seguir siempre callados?
Me ha encantado ese principio. Y las vendas...ay, si nos las pudiéramos quitar, la noche se haría sol y gritaría sinsentidos.
Me acabas de inspirar. Gracias. Cojo papel y lápiz ahora mismo....

Sunion30 dijo...

Rocío, en mi mundo el desierto siempre acaba rompiéndose, no concibo unos labios que no hablen, eso sería matarlos en vida.
Y las vendas...ay, esas vendas.Tiene algo de liberador cuando las desenredas.

Espero ver pronto lo que has creado en tu papel.

Καλο σαββατοκυριακο!

Julio Castelló dijo...

Mudo, como queda el nómada ante cualquier nuevo desierto, esa mezcla de belleza y estupor, de, una vez más, todo ya pleno.