domingo, 13 de abril de 2008

Icaro y el bajar de las nubes

Nunca recordarás la ausencia, apenas un suspiro de mi abandono. Si querías volar
se derritió tu cera. Si pretendías seguirme, el sol reveló su envidia.
Deja de soñar alturas y respira, porque ya puedes mirar hacia abajo.

Vértigo sin oxígeno. La osadía de una nube pasajera.

6 comentarios:

Emilio Ruiz Mateo dijo...

Tonight we fly
Over the mountains
The beach and the sea
Over the friends that we've known
And those that we now know
And those who we've yet to meet

Rocío dijo...

Esto es pura poesía.
Las alturas, siempre presentes aun en su lejanía y qué cautivadoras...
¿Se podrá alcanzar un equilibrio dejando que sólo la mente alcance las nubes, mientras los pies siguen aferrados a la tierra?
Besos.

Sunion30 dijo...

Rocío, yo mantengo la esperanza de que eso sea posible porque suena a combinación ganadora en lo que es esta vida.

Mr.Week, el chanquete ha conseguido olvidadar que es lunes gracias a esas palabras, interpreto, de una canción.

Emilio Ruiz Mateo dijo...

Interpretas bien, Mr. Greek. Como siempre.

Karol_a dijo...

Icaro...se posó en mi tejado con las alas quemadas.
El ocupó mis instantes, yo lamí sus heridas.
... Creí que era un ave.
Ícaro, tenía los ojos azules,
y se derretía con mis caricias.
un placer pasar por tu ventana.

Sunion30 dijo...

Carolina, el placer es mio. Al final contigo todos descubrimos que Icaro era humano.
Gracias por pasarte, cuando quieras.