miércoles, 2 de abril de 2008

Parece que vas a llover



El decorado no es más que una acuarela de grises desgastadas, lluvia iracunda y nubes de verano. Las veo pasar y permanezco atento, con ojeras de terciopelo. Y envidio a los dragones y a las aves del tejado. Con sus colores desafían la gama monocromática de poca paciencia y me gustaría estar subido en el tejado, hacerles saber que estoy con ellos y no voy a bajar hasta que haya amainado la tormenta. Porque así podré disfrutar del silencio que deja la ciudad después de la lluvia. Y entonces parecerá que sea yo el que vaya a llover...

8 comentarios:

Emilio Ruiz Mateo dijo...

Dragones y aves saben que estás con ellos... Sólo tienes que esperar un poco más. Espera, espera, que ya lloverás...

Sunion30 dijo...

No sé Emilio...veo que voy acumulando vapor y condensando esperas, ocupando espacios en los que nunca quise entrar, visitando quizás lo desconocido. Una tormenta en mi propia nube.

Sunion30 dijo...

Por cierto,ya estamos casi a viernes. Ha sido tu semana fantástica? Yo he empezado a hacer balance... :)

Emilio Ruiz Mateo dijo...

Pues te seré sincero: hoy lo fantástico brilló por su ausencia. La tarde me puso bastante triste. Un par de detalles me hicieron ver lo poco que queda de uno por los sitios que pasa... No me apetecía ni escribir un simple comentario.

Pero mañana es viernes. Eso es fantástico, ¿no?

Sunion30 dijo...

...con lo del viernes no me suenas muy convencido...

De lo que de no dejamos huella por donde pasamos supongo que hay que relativizar. Depende en qué sitios o con qué personas. Me parece que la tarde se nos giró a ambos, yo acabé con esa sensación de tristeza después de un día correcto.

Y lo del viernes, en mi caso, me suena a esforzarme. Anyway, no hay nada que no solucionen las sábanas.

Anímese caballero! Yo creo que dejamos más huella de lo que aparenta, incluso en los lugares mas insospechados.

Gracias por dejar unas palabras por aqui..

Emilio Ruiz Mateo dijo...

Hoy es viernes. Las semanas juegan con nosotros, y eso agota, sí, pero también nos hace tener esperanza de que nuestros pasos se tuerzan por el buen camino. Ayudaron las sábanas, vaya que sí.

Relativicemos, eso es, y descubramos nuevos lugares donde, ahí sí, algo dejaremos.

Gracias, sunion, por todo.

Julio Castelló dijo...

Hermosos ecos de viajes y libros, al fin y al cabo viajes...

Sunion30 dijo...

Sí, Julio. Al fin y al cabo todo se reduce a viajes. Y por encima de todos, el gran viaje, nuestra propia Ítaca. Qué bueno sentir el ruido de las velas al golpear el viento.