sábado, 28 de marzo de 2009

Resurrección

...dijeron que ya no podía dolerle porque habían extirpado sus recuerdos más preciados. Que con el bisturí los días guardados en formol se vertieron por el suelo del quirófano sin hacer demasiado estruendo. Sencillamente-dijeron los médicos-había quedado vacío.

Reinventarse. Jugar al demiurgo. Salir impulsado de la nada y bailar los brazos en cruces donde asirse. Porque así está escrito en las vallas de ninguna parte, porque así uno que no tiene voluntad ve germinar el fruto que lleva escondido.

Pasó su mano por la cabeza arrastrando el pelo hacia atrás y la sensación le pareció nueva, como si de un nuevo cuerpo se tratara. Desde la camilla podía ver los pedazos de recuerdos machacados y el líquido avanzando poco a poco hacia la puerta, una suerte de riachuelo que en algún momento los llevaría a algún mar. Pero él ya no los reconocía, era imposible reconstruirlos y mucho menos identificarlos.

Se puso en pie. Sin ropa, sin calzado. Sólo él y lo mejor de sí mismo, un mar interno que estaba en una calma azul verdosa. Si hubiera recordado algo vería las tormentas, las olas luchando, los sollozos por un respiro de aire. Pero eso no va a pasar.

Camina hacia la puerta de salida del quirófano. Sus pies se mezclan con el formol y pisotea los trocitos de recuerdo a su paso. Ni siquiera se le clavan en los pies.

Con espíritu de mesías abre la puerta. Y sólo la luz que viene desde fuera le vuelve a llenar con las simples ganas de vivir.

Luz de vacío, de horas y carretera.

3 comentarios:

Sirena Varada dijo...

Es cierto: las personas pueden resucitar pero un recuerdo jamás puede resucitar. Si el recuerdo queda desparramado por el suelo, ya sólo podemos aferrarnos a los sueños y a veces ni siquiera eso: porque sólo pesan los que no se cumplen.

Sunion, siempre es un placer pasearme por tu espacio. Un abrazo.

Sunion30 dijo...

Hola Sirena!
Los pesos de los sueños son una molestia, sobretodo cuando uno quiere nadar o llegar a la otra orilla. Yo abogo por dejarlos caer en el fondo del mar.

Gracias por pasarte, un abrazo fuerte.

Izk dijo...

A mi hoy el alma me hace hablar de los sueños que no pesan, los que son ligeros y alegres, ya que no saben si se harán realidad o no.
Hará que mirar al cielo azul (con alguna nube)para a ver si así se situan alto.
Besos.