domingo, 8 de marzo de 2009

Un café corto (He touched me)

"Un café corto. O largo, sin mirar el reloj. Reciclar ideas. Mirar hacia dentro. Hacia fuera. Ahorrar energías. Soñar..." Azucarillo Cafés Q.

Desde hace años tengo una manía que no puedo evitar. Nunca tomo café en casa. Quizás es que no me atrevo a poner una cafetera para dos y que se quede el café de un día para otro. Un motivo menor. Porque en realidad es que cuando pido un café (normalmente con leche, para desayunar) me pongo cómodo en la silla, sé que comienza un nuevo viaje. Como dice ese gran texto de la foto "Mirar hacia dentro". Es mi homenaje al día que comienza, a las horas en las que voy a dejar que escuchar que estoy vivo por el atropello de teléfonos, reuniones, análisis y decisiones. Porcentajes, beneficios, excels a los que me dedico a poner colores para tintarlos de una pizca de poesia con todos los tonos del mar.

Sí, ese momento es mío y me gusta conversar. Estoy sentado solo pero en mi mesa se sientan otras almas. Conversamos de voluntades, carícias que hemos callado y que no nos atrevemos a mirar, de las horas que pesan ante las dudas y relativizando nos dedicamos una media sonrisa. Porque sé que tú estarás haciendo lo mismo en este momento, pedirás tu café, quizás una tostada para acompañar, irás cargando de energía el pecho para seguir con este teatro de marionetas cuando sentimos que nos han cortado los hilos y no queremos echar el telón. Porque nos sentamos juntos aunque no estemos delante uno de otro. Ni falta que hace.

A veces, miro por el ventanal de la cafeteria que doblega los rayos de sol. El horizonte del mar, siempre recto, me recuerda a un paisaje común y a los veleros que nunca supimos zarpar. Redes, anclas de un pasado que se evapora como el café caliente. Y las manos que se alargan para coger un azúcar y se topan con otras manos. Robar carícias, robar el corazón. Quedarse prendado del ritual de darle vueltas a la cucharilla, de darte vueltas a ti. Y una vez deshecho el azúcar llevarte la cuchara a la boca, llevarte los labios también.

Y en un segundo, volver a la cafetería, mirar el reloj y salir corriendo hacia el trabajo. Con arena en los zapatos.

http://www.youtube.com/watch?v=LO-wPOgVtqg&feature=related

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo disfruto haciendo café en casa... el ritual de la cafetera, el agua, el fuego... el olor ummmm, el sonido del silbido desde mi cocina de fresa... que ahora me recuerda que tal y cómo prometí, con mi café en la mano me pondré a trabajar un poco al ordenador.
Siempre me sobra café y una taza, no estás, estarás, ahora tengo para más veces... para mis momentos de soledad, para mi reconfortante espera, y mientras pensar, soñar... dar vueltas a la cucharilla como tu... alejandome de la realidad...
Me gusta mucho tomar un café en compañía, mientras me caliento las manos frias.... es lo que tiene tener un corazón ardiente.
Abrazo la taza y te miro a través del borde mientras hablas, te escucho...
Contigo siempre el café es largo e intenso... como a mi me gusta.
¿En mi casa o en tu cafetería?

Música dijo...

cuando tengo un muy mal día, al llegar la noche ya en la cama intentando dar sentido a lo vivido siempre pienso: "el día ha sido malo pero el café de esta mañana me supo a gloria".
Yo hago el cafelito por la noche, para tenerlo hecho por la mañana, caliento la leche y echo café al gusto.
A media mañana tomo un mitad doble (recuerdas Sunion en tu paso por Málaga?, o lo tuyo era una nube??)
Un beso enorme y gracias por el post, hoy cuando me acueste me agarraré al café y a tu post para darle un poco de sentido a todo esto.

Sunion30 dijo...

Izk, guapa, que bien tenerte por aquí! Los cafés, solos, con compañías o con ausencias son eso, cafés. Ponte con el ordenador que sabes que te echa de menos. Y dejame en el micro una taza para cuando vuelva de viaje.Un besote fort!

Música, deberían publicar una enciclopedia con toda la terminologia de los cafes malagueños porque nunca me aprendí los nombres o me tomaba lo que me ponían jajaja cómo unen los cafés...mañana verás como le encuentras el sentido...un beso gordo!