jueves, 27 de marzo de 2008

Dias estériles

Hubo un tiempo en el que no me miraba desde fuera, todo yo era uno. Corazón y mente, movimientos del alma que se sabe viva y juega con el polen de los ángeles. Unas veces acierta, otras no. Pero eso es parte del placer de pisar la hierba húmeda bajo un cielo color piedra.

Detesto el asfalto.

9 comentarios:

Emilio Ruiz Mateo dijo...

Pero... ¿no hay debajo de ese rechazo una cierta manera de amar la ciudad?

No sé si me gustan esos períodos de tanto "yo". Llevo tres días hablando sólo de mí en el blog, y empiezo a sentirme un poco vacío por eso...

Sunion30 dijo...

Totalmente. Como todos los amores este también se nutre de un poco de rechazo hacia el objeto amado. Dicotomías cotidianas, supongo, y no sé estar mucho tiempo alejado de la ciudad. Tiene cierto punto adictivo.

Sabes? En esos periodos en los que el "yo" está presente tantas horas muchas veces me desdoblo y me increpo: "¿puedes callarte un rato? Estoy cansado de oirme" y recurro a historias ajenas, para llenarme y tomar referencias, no perder pie, relativizar el mundo que me rodea.

Sólo que en mi caso últimamente creo que mi voz yace un poco afónica y me gustaría recuperarla durante un rato, sin abusar, pero hacerle saber que estoy aquí para que hable con libertad.

Respecto a ti, creo que lo que has hecho tiene un impacto importante en tu vida así que es normal que lo dejes salir,quizás por eso te parezca que sólo hablas de ti. Pero te volverás a llenar, no lo dudo, con cosas de los demás y enriquecerte en cierta manera.

Un abrazo!

Emilio Ruiz Mateo dijo...

Creo que a mí me pasa al revés. Necesito estar en la ciudad, y de vez en cuando escapar al campo y pisar esa hierba húmeda.

¿Afónica, sunion? A mí me llega sólida, con fuerza.

Otro,
E.

Sunion30 dijo...

...puede entonces que algún día te pida que me expliques qué cuenta mi voz...

Emilio Ruiz Mateo dijo...

Déjame seguir escuchándola, aún es pronto para entenderla del todo. Yo no soy Casandra, pero augura corrientes subterráneas. Historias. Como esas cuevas en las que nunca me atrevía a entrar de pequeño, llenas de ecos al fondo de los pasajes más oscuros. Con los años, ya ves, acabé atreviéndome.

Sunion30 dijo...

Siempre me han asustado las cuevas especialmente desde que estudié el mito de Platón. Suelen ser irreales pero tan ciertas...Detrás de la oscuridad y sus murciélagos del desapego suelen esconder algún tesoro, por eso de pequeño quise ser un héroe para adentrarme en ellas. Y lo conseguí, pero entendí peligroso quedarse mucho tiempo dentro.
Así que cada día alzo una copa a la salud del sol.
Y eso no impide que el aventurero que llevo dentro salga de vez en cuando a hacer alguna excursión...

Emilio Ruiz Mateo dijo...

¡Salta, valiente!

Sunion30 dijo...

Eso, tu dame alas!!! Tomando la metáfora de tu big bang te diré que estoy en periodo de gestación de uno, asi que solo falta que me animes jajaja

Emilio Ruiz Mateo dijo...

Pues con uno bueno te has juntado para momentos de crisis, amigo... Como me des oportunidad, te empujo al vacío.