
“…Quiyoh, con esa camiseta vas llamando al mal tiempo…”, me sorprendió una voz en mitad de la calle. A veces se me olvida que no estoy en mi ciudad, donde la gente ni se mira a la cara y mucho menos recibe o envía un comentario simpático sin conocerse. Allí la espontaneidad ha perdido pie con miradas de pupilas vacías y algún que otro bufido gatuno. Sonreí y me alejé calle arriba.
Pero yo no lo llamo.
Pero yo no lo llamo.
Yo
no busco tormentas
si las presagio
adornan
sobre mis hombros
mi pecho
y en saliva las acuno
como coronas de laurel
si las presagio
adornan
sobre mis hombros
mi pecho
y en saliva las acuno
como coronas de laurel
sobre la herida.
En parte son rocío.
Juega la humedad
Juega la humedad
por los jardines
oscuros
bajo mi chaqueta que nos cubre
corriendo
camino hacia el coche,
las gotas en la camiseta
lunares de roces casuales
-qué digo-fingidos
relámpagos
que despiden al ferry
cubierto de turistas
y en lo alto, el mirador.
Agito mis brazos
y dirijo esta orquesta de nubes
con el instinto erizado
del inconsciente que se cree valiente.
Pero del paraguas penden opciones:
quien no quiera mojarse
siempre podrá arrojarse al mar.
oscuros
bajo mi chaqueta que nos cubre
corriendo
camino hacia el coche,
las gotas en la camiseta
lunares de roces casuales
-qué digo-fingidos
relámpagos
que despiden al ferry
cubierto de turistas
y en lo alto, el mirador.
Agito mis brazos
y dirijo esta orquesta de nubes
con el instinto erizado
del inconsciente que se cree valiente.
Pero del paraguas penden opciones:
quien no quiera mojarse
siempre podrá arrojarse al mar.
11 comentarios:
Pues entre una y otra opción, prefiero mojarme y dejo el lanzamiento al mar para otro momento. O no, mejor aún, me quedo con la tormenta verde.
jaja, eres la leche Mr.Week, aunque me temo que ya lo sabes. ¿es una manera sutil de querer quedarte con mi camiseta? :)
Llámame Mr. Milk... jejeje
Poooooo zi.
Pues le has sacado oro al gracejillo de la frase... ¡y a la camiseta!
Un abrazo
Pues chico, muy chula la camiseta. Y sobre tu ciudad... es verdad, la gente ni mira (y mira que hay qué mirar, utututíiiii): dejé mi coche aparcado a la entrada de un parking privado, salieron tres vecinos y ninguno me miró por lo menos con indignación... en fin, es que son tan europeos, jejejeje. Ay, mis catalanes...
Oye, y gracias por el link, por cierto!
Lluvia tormentosa y mar, ¿qué más se puede pedir para mojarse de vida?
Besos
Samsa: cuanto tiempo sin verte! ya iba leyendo que andas ocupado. Gracias y un abrazo!
Pi: el Fantástico quiere quitármela! Todavia no ha entendido que soy catalán jeje ;)
Rocio: sinceramente, yo poco más.
Bueno, si quieres no te la quito, pero es que llevas desde el domingo con ella puesta... Hijo, ya te vale.
Cosa más simpática...jajaja
Me encanta la anécdota. Entiendo que te hayas mudado... Y estoy con Samsa en que has exprimido bien la camiseta en tu comentario poético. Fantástico.
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