jueves, 1 de mayo de 2008

Retina dudosa de coherencia,
doble viento
y una botella que cae.

Bebes sin vaso, sin ti.

Y mientras me alejo calle arriba
pensaré en el reto que es
tenerte o retenerte,
sin lazos, sin tragos...


acaso sin alcohol de víspera a un día mejor.

5 comentarios:

Rocío dijo...

En el brillo del hielo se derraman fácilmente los líquidos del recuerdo.
He sonreído, porque ha sido éste un fin de semana de alcoholes.

Besos dobles.

Julio Castelló dijo...

Como un vampiro que solo seduce con la aquiescencia de la voluntad.
Salvando las distancias, porque él 'nunca bebía vino', ya sabes.

Sunion30 dijo...

Rocío, el recuerdo y la bebida parece que siempre van de la mano. Ese "beber para olvidar" no es más que un engaño trágico. Y brindo por nuestras conexiones! Μπαβο μας!

Sunion30 dijo...

Julio, qué bien leerte por aquí...
Hay algo vampírico en la seducción, no hay lugar a dudas. Y en la voluntad encontramos la adicción.

Lástima del vino...él se lo pierde ;)

Un saludo!

Música dijo...

drink from me and live forever