El problema de los límites es que intentamos vivir ajenos a ellos.
Nadamos por el mar con sensación de amplitud y desapego, sintiendo como crece con cada brazada la vanidosa insinuación de que el mundo no tiene secretos para nosotros, tampoco barreras.
Las boyas rojas flotan por doquier y la necesidad de rebasarlas es imperiosa como los abrazos que negamos a quienes se acercaron de labios abiertos. Queremos ver más mar, siempre en horizontal, nunca en pesos que nos empujen allá donde los peces son capaces de pensar que son felices. Por suerte para ellos, un solo segundo.
Si hay costas o bajeles por el camino no pensaremos que al poner el pie en ellos estamos inmiscuyéndonos en otro límite, esta vez uno desconocido. Y volvemos de nuevo al problema.
Hoy, tejiendo la red de esperanzas con la que espero atrapar nuestra ansiada libertad, he estado sentado en la arena de la playa, de piernas cruzadas, tensando el nylon verde para hacer las ausencias más pequeñas y las inseguridades corcho a su alrededor. Pescador nato que sabe ver los trazos y tramos de un Mediterráneo que juega a los desencuentros, a minar de puertos las noches. Suenan las habaneres en coro de hombres, meciendo mis sueños lejos de este mar. Sí, en otros límites.
Ojos entreabiertos, difumidado de luces y moscatel. Coca de Llavaneres. Farolillos alegres a ritmo de fiesta.
Esta noche voy a brindar por todos esos límites que creemos no ponernos pero que flotan cerca para recordarnos que lanzarse al agua no resulta tan valiente como creíamos.
http://es.youtube.com/watch?v=7FNq2bcnu68&feature=related
10 comentarios:
Y yo que me voy creyendo valienten cuando en realidad no soy capaz de lanzarme al agua así como así...
Es verdad: en tu blog siempre el mar.
un abrazo desde las libidinosas praderas!
Hola, ante todo presentarme: soy un nuevo pescador que ha llegado a tu playa curioseando desde el blog de Rocío. Quería felicitarte por el tuyo y en concreto me ha gustado esta entrada y el video que incluyes, así que de vez en cuando me verás pasear por esta orilla.
Queremos abarcar tanto (y tan rápido) y a veces no nos damos cuenta que con lo que somos ya lo tenemos todo.
Felices haveneres, coques i cremats.Una abraçada
Pi, parece que la zona centro tiene la temperatura alta jaja...
Lanzarnos al agua es algo que aunque suene arriesgado no deja de ser seguro. Aunque no sepamos nadar.
Un abrazo desde las tambien libidinosas playas! ;)
38, por algun motivo tu comment no sale pero lo recibí por email. Supongo que es la naturaleza humana, siempre esperar más. Faré un cremat a la teva salut!
Juan Miguel, lo mismo que 38, tengo un expediente X con los comments. Será un placer verte navegar por mis aguas. Tu pones la música! Un saludo!
Fantástico volver de vacaciones y partir de nuevo en tus palabras de 'pescador'... Y lo que dices es cierto: el principio de la madurez es conocer y aceptar los propios límites; y el de la felicidad (qué atrevido...) tal vez disfrutar con ellos. Un abrazo desde la libidinosa sierra de Guadarrama, jajaja.
En el mar, efectivamente, flotan nuestros límites pero también yacen enterrados nuestros secretos en el cofre del pensamiento. Pensamos que los recuerdos eran mar cuando siempre fueron arena, mientras paseamos por la orilla y sentimos el ahogo de la ausencia.
Gracias, Sunion, por pintar un mediterraneo de un azul que demasiadas veces es gris, por hacernos navegar por la melodia salada de la evocación, por huir del miedo mediante la magia de la distancia.
Firmado: Una ingenua que aún se cree valiente por lanzarse al agua.
Besos
yo era de las que me tiraba al agua, pensando que esta vida hay que cruzarla a nado pese a quien pese, hasta que me dí cuenta que a veces cuando nadaba rápido salpicaba y molestaba, otros me molestaban a mí tb, y era por esa forma de nado poco pausada. De modo que suelo probar como está el agua, no suelo llevarme unos zapatos sin probármelos antes, voy poquito a poco y sobre la marcha. Un abrazo y serenidad para vuestras ausencias que a veces se mueven con el meneo del mar y salpican. Un cofre de besos
Sirena, ése era yo saltando al agua con poco convencimiento de verano. Mi mar es siempre de color gris, quizás algún reflejo azul lo acarícia si viene brisa del norte.
Busca "Gris", de Konstantinos Kavafis. Un mar en ópalos.
Y aunque desesperanzador, creo que sí que hay valentía en algunos saltos. Pero es que tú te mueves como Sirena en el agua :) Gracias por la música!Besos
Como un pirata he recogido ese cofre de besos Música. No hay nada como los fondos del mar. Y saber nadar sin nada a los lados.
Yo antes de meterme en el agua, me mojo la cocorota. Gesto de abuela me dicen. Pero yo no me asusto si me lanzo. Un abrazo muy fuerte!
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