miércoles, 20 de agosto de 2008

Cosas que no te diría...

…suelo mirar al techo durante unos minutos cuando me despierto con la esperanza de dar con una brecha por la que colarme a un mundo blanco despedazado y sin tiempo. Ver el más allá y darme la vuelta con orgullo de mortal. Y de paso, decidir si he de darle una nueva mano de pintura a mi piso.

…recojo los suspiros que la gente deja escapar en las paradas de los autobuses, sobretodo los de la gente mayor. Los colecciono en cajas de galletas María intentando separar las lágrimas que me provocan de los sueños que ya han pasado de largo sin que pudiéramos alzar la mano para darles una señal y que pararan.
Bonos caducos y abono en cemento.

…cuento las baldosas multiplicando el largo por el ancho, 3x4…doce baldosas de mosaico horroroso, juego con los ojos a la charranca y procuro nunca pisar el perfil de yeso que nos tinta las ideas como fosos de lava blanca. Fantasmas empolvándose para una última escena de un drama a tres tiempos.

…cierro los ojos en las películas de miedo; los metales se aferran a la carne y no siento el frío en la pupila acudir afónico a su encuentro. Andenes de pasos sin niveles, tabla rasa y mis cinco sentidos corriendo a lo largo de la vía. La vista nunca atrás. Aunque Eurídice me acarície el cogote sinuosamente.

…nunca lanzo mi voz jabonosa en la ducha por el riesgo que la espuma canalice las tuberías en un juego de trenzas que van a dar a Rapunzel. Almenas y esponjas, encierros pactados como desnudo se halla mi cuerpo cuando ato la toalla a su alrededor.
Ni tacto ni seda. Las pieles en todo su esplendor.

…no digo ni por asomo todas las imágenes tránsfugas que se agolpan en caravana por mi mente a cualquier hora, tomando el café, fregando los platos, tensando los hilos. Son cosas que nunca te diría por no hacerte ni decirte sensato. Que las horas se llenas de hamacas y no encuentro espacio donde aparcar mi escenario. Por miedo escénico o egoísmo recalcitrante, qué mas da.

Quizás yo mismo sea todo lo que he callado.

5 comentarios:

Angeles dijo...

Cosas que nunca te dije
(Isabel Coixet)


Las cosas que no se dicen suelen ser las más importantes.

Pi dijo...

Y qué comento sobre esto tan bonito, eh? Ayy, Sunnion sunnion

Sunion30 dijo...

Petitesa, quizás por eso las ocultamos o vamos postergando el decirlas. Una abraçada forta!

Pi, sólo con que lo leas ya soy feliz ;) me ha encantado ese "ayy, sunion sunion"..tenia un tono protector que me ha sacado una sonrisa...Un besote guapa!!

Julio Castelló dijo...

Mostrar sin mostrar; dejarnos con la duda... resulta, en el fondo, más evocador.

Anónimo dijo...

Gracias por tu confianza y sinceridad en hacernos a todos partícipes de todas esas cosas que no nos dirías.

Ahora con un guiño de complicidad te dejo que sigas un camino de baldosas amarillas hacia mi blog, donde si te place escucharás lo que yo te cante.