domingo, 20 de julio de 2008

Un hogar en el Mediterráneo

Hanan, el taxista, acelera. Me comenta que hoy hace mucho calor pero el bochorno ya se ha hecho una segunda piel en mi cuerpo. Me complazco al sentir un sutil abandono filtrándose por los poros, un abandono dulce y hedonista que relaja los sentidos. Y por momentos también el tiempo.

Son esbozos de una felicidad a tramos.

Esta mañana quien se levantó de la cama no fui yo sino un alter ego de mi persona. Su imagen bien podría haber sido sacada de una novela de Evelyn Waugh o quizás un Ralph Fiennes lejos de sus escenarios en “El paciente inglés”. Uno no despierta con aires británicos así como así pero es que el marco lo requiere. Gentes desenfadadas y habituadas a una ciudad destruida. El pasar de las horas cansino, perezoso y lleno de morriña. El caos del tráfico que no es caos, sino cierta catástrofe ordenada que nunca llega a explotar. La camisa abierta hasta el tercer botón como grito de libertad lejos de las mal llamadas ciudades civilizadas.

Blanco lino sinuoso como las carícias del viento desierto al descender el sol de nuevo. Con la barba de cinco días y la piel ya hecha al omnipresente sol mi propio personaje se ha sumergido por calles de miradas y desconcierto, preguntas como cactus, sonrisas tiznadas de miedo y aventura. El motor de una avioneta dejó de sonar para caer en mitad de la nada.

Sé que estuve en este mar, perdido entre las mismas gentes.

Hoy, delante de este mar y con una ciudad furiosa de calma, me he dado cuenta que por más viajes que haya hecho nunca salí del Mediterráneo; y será lo más cercano a lo que alguna vez concluiré en llamar hogar.

9 comentarios:

Rocío dijo...

Cuídate mucho.
Un beso grande.

Jon Doe dijo...

Preciosa postal del mediterráneo y de ti aunque no sé si es ése el orden.

Un abrazo.

Sunion30 dijo...

Rocío, muchas gracias. Hay algo de balsámico en tierras libanesas. Será el slow moving de las horas.
Un besote también para ti!

Jon, supongo que en este caso el orden no altera el producto. Bien podria ser yo la postal. Pero hay ganas de volver al otro lado del Mediterráneo.
Ahí va otro abrazo para ti con olor a especias

Pi dijo...

Rumores me han llegado de tu destino actual. Envidia cochina de ser habitante, que no turista, de novela en uno de esos paisajes de "catastrofes ordenadas ue no terminan de estallar". Qué gran frase, y qué guapo te has pintado, eh?
Un beso desde mi pradera, y cuenta, cuanta cosas, que me gusta leerte.

Angeles dijo...

Cuando le has mandado a Jon un abrazo con especias, se me ha encendido el botón del recuerdo; Los mercados árabes, sus olores, sus colores, sus sonidos, no conozco un lugar mas embriagador y excitante que ese.

Los puestos con la mercancía más increíble y fascinante, con colores irreales, el olor a especias, a comida, a te de menta, los hombres sentados en la calle fumando y bebiendo te mientras conversan, el sonido de los regateos de las compras, los puestos de comida ambulante, la luz, la ropa de la gente.

Cuanto te envidio, te deseo que te acoples, además de al calor del país, a su ritmo, a su manera de ver pasar el tiempo, a esa filosofía esencial de apreciar las pequeñas cosas, a su envolvente hospitalidad, tan poco entendida en occidente (cuanto deberíamos aprender de ellos, o cuanto deberíamos intentar recordar como éramos antes)

No existe mejor lugar para conocer el corazón de un país y su cultura que los mercados, esos que aquí hemos sustituido por Mercadotas y Carrefures.

Besos con olor a menta (tengo una maceta en el balcón y removí sus hojas para hacerme la ilusión de tener un fragante y azucarado te delante de mi)

Música dijo...

...a tus atardeceres rojos se acostumbraron mis ojos como el recodo al camino...
Acabo de leer por donde caminas, se te ve contento, por lo menos eso me ha parecido, te deseo toda la suerte del mundo y que sigas compartiendo tus destinos. Un beso encanto

Sunion30 dijo...

Pi!! Por fin de vuelta...los paisajes secos esconden su belleza tras una neblina de calor y, al regreso, uno duda de si fue sueño o realidad, o quizás una mezcla sin centrifugar de ambas cosas. Beirut, en cualquier caso, la ciudad de las dualidades. De aqui un rato me doy un paseo por tus verdes praderas! un besote!

Sunion30 dijo...

Petitesa, me hubiera encantado meterme todavía mucho más entre sus gentes y calles, recoger en esencias los olores, los gestos y las voces...la falta de tiempo siempre mina mis deseos voyeurs turísticos...El próximo destino, sin falta. De momento me hago un te en uno de esos vaso tan pequeños que tanta gracia me hacen. Mejor voy a poner dos vasos, el otro para ti. Una abraçada!


Música!De nuevo las imposiciones y las prisas me arrancaron de los atardeceres de mi añorada Málaga, siempre soplaba una brisa protectora en mis paseos por la ciudad. Me arrancaron de allí y -jamás pensé que lo diría- lo echo de menos. Sé que pronto empezáis la feria. Y que estáis en alerta amarilla. Pero con Música el ambiente refresca seguro. Contento? Digamos que asumiendo la realidad, como paso previo a la felicidad. Un besote fuerte guapa!

Os voy a meter a todos en mi trolley y os llevo a ver mundo, pero a cambio, me devolvéis un aroma a raices donde pueda mantener mis pasos rectos. No me gustaría ahora desviarme por este ancho mundo.

Música dijo...

Un beso rey y gracias por el viaje