miércoles, 17 de septiembre de 2008

Esbozos de una nueva monotonía

Que uno va madurando con los años es cosa ya muy oída y (casi) siempre cierta.

Que no sé qué parámetros toma uno para ir matizando la paleta de colores de la madurez, es otro tema, no recuerdo manual alguno que lo indique.

Y que la vida iba en serio, ya lo dijo el poeta.

En la distancia uno se da cuenta que un big bang, aunque siempre espectacular, suele salpicar meteoritos así que decide hacerse "maestro demiurgo" de cosas pequeñas, cotidianeidades de formas modernistas. Ingredientes: una cesta de Carrefour llena de idas y vueltas, bases y mucho, mucho abono.

Y de repente el mundo ha engrandecido a la inversa. Y me llena de orgullo anunciarlo, aullarlo a mis cuatro puntos cardinales (el mar, el café de la Central, mis libros atrasados, las calles de Gràcia): "Chicos, en breve estoy de vuelta." (for granted)

Es volver a hacerles sitio a todos esos minúsculos detalles que ya no cabían en la maleta; ir a comprar el pan y que la panadera me diga "bon dia maco", hacerme mi propia comida (cocino de pena, qué más da), no perderme más aniversarios, volver a sentirme encontrado.

Y sí, en cierto modo es eso, ganas de volver a conocerme, guiñarme un ojo, seducirme y encontrarme cualquier día rematadamente cotidiano.

Llenar de telarañas la maleta de mis días arrebatados y sólo airearla cuando el motor de mi ala derecha quiera arañar el cielo y besarlo para calmar la herida.

El mundo ya me ha visto demasiado.

10 comentarios:

38 grados dijo...

son esos pequeños detalles, a veces casi impercetibles, los que añoramos en nuestras macetas.
Y échale abono. Mucho mucho abono.

Un abrazo.

Sirena Varada dijo...

Se va madurando, pero en el dolor por el orgullo herido jamás; es un vacio en el que ni las telarañas se quieren posar.

Envidio tu estado de gracia Sunion, las ganas de volver a conocerte y la solidez con la que te reconoces anclado en tus cuatro puntos cardinales, todos tan firmes... acaso porque ninguno de ellos descansa en una persona.

Me encanta el aura que proyectas aquí, en tu blog, y después de leerte empizo a pensar que abrir los ojos y reconocerse a uno mismo frente al espejo en su mejor versión debe de ser maravilloso.

Un abrazo

Anónimo dijo...

Lo mejor o lo peor de la monotonía y de la rutina diaria es que te vas a acostumbrando a ella tan lentamente que de repente un día que no la sigues es cuando te das cuenta de que ya se ha instaurado en ti. Un abrazo.

Julio Castelló dijo...

Disfruta del momento, mientras puedas. En el momento hay luces que parecen las de siempre, pero que no lo son; músicas que emborrachan como ningún frenesí; amigos que ni sabías estuvieran a tu lado; y un saberse tan tan a gusto que... ¡ahora o nunca!
Suena (suenas) fantástico.

Pi dijo...

Es que, a pesar de estar sentada en mi sofá, me han estrado ganas de "volver" a casa. Sin haberme ido.
Qué lindo optimismo tiene este post.
un abracitooo

Pi dijo...

Es que, a pesar de estar sentada en mi sofá, me han estrado ganas de "volver" a casa. Sin haberme ido.
Qué lindo optimismo tiene este post.
un abracitooo

AnadelasTejasrojas dijo...

TIENES ALGO MUY PRECIADO

ERES... 'L I B R E'

Música dijo...

que el mundo te ha visto demasiado, eso es lo que tu te crees!
Ay que ver como la vida va en espiral y volvemos al punto de partida pero más puliditos, mola la verdad, la vida es así de petarda e interesante a la vez.
Sunion que ya tengo blog!!!!

Emilio Ruiz Mateo dijo...

Me gusta lo que leo, querido Sunion. Desde lejos te doy la bienvenida agitando los brazos. Qué buen bing bang es el que te devuelve a tu sitio. Me alegro mucho por ti, ya lo sabes.

Julio Castelló dijo...

Disfruta del momento..., pero cuéntanos de vez en cuando.
;)