jueves, 9 de diciembre de 2010

Nuestra alma de olas

...y volvemos. Exhaustos, con robín en los codos y rodillas, tiznados los ojos de un cansancio metálico que aumenta el peso de nuestros párpados, no queremos ver...o no sabemos ver. Pesan, también, las piernas mientras se alzan temblorosas y hundidas en la arena mojada, hacen falta las manos, los brazos, de nuevo, para alzarse. Y la piel con clapas de sal seca, sabores que con anterioridad amábamos y que ahora nos piden un poco de agua para diluirlos y hacerlos más llevaderos.

Se enredan los dedos con las algas secas, la arena se cuela por debajo de las uñas y la sensación de habernos dejado algo atrás nos imprime un aire de naufragio narcisista. Pero no nos achicamos. Seguir los restos hasta la costa se vuelve una primera motivación para llegar al centro de no sabemos dónde. Pero queremos llegar. Levantarnos. Clavarnos las astillas a sabiendas del dolor. Porque el agua salada todo lo cura, menos las regatas de nuestros sentimientos que decidieron marchar en dirección contraria. Mar adentro.

Sentados en la costa las vemos partir. Y volvemos a levantarnos.



4 comentarios:

ADRIANO dijo...

Y construir una choza en la que refugiarnos cuando llegue la lluvia, e inspeccionar el nuevo terreno buscando necesidades básicas: agua, comida; después, podremos concentrarnos en experiencias presentes, nuevas, que rellenarán el hueco que dejaron las que se fueron mar adentro.
Tras el primer naufragio, los siguientes son más llevaderos, porque sabemos lo que tenemos que hacer.
Un abrazo fuerte.

Sirena Varada dijo...

"Todo es muy difícil antes de ser sencillo" Thomas Fuller

“Pero queremos llegar” … Acaso lo que nos impulsa es un abrazo continuo de un náufrago en la espesura de sí mismo, que al final se ha materializado en cuanto no hace falta.

Sienta maravillosamente bien todo lo que tiene sabor a mar; leerte siempre es una alborada.
Te lo dice una sirena

Un abrazo, Sunion

Susan Urich Manrique dijo...

Lo que escribes incide sobre mí directamente. Me gusta mucho. Un saludo.

Sunion30 dijo...

Adriano, gracias por nadar en estas aguas. Tienes razón, tras un naufragio cogemos tablas(en este caso de salvación. Un abrazo.

Sirena, cuánto tiempo! si tú no me entiendes...me ha encantado la cita de Fuller.No podía haber llegado en mejor momento. Gracias por la botella con el mensaje.

Susan, a mi me pasa también muchas veces cuanto leo tus líneas. Gracias por nadar en estas aguas.