viernes, 29 de agosto de 2008

NOCHES EN SANTA MONICA

Se retuerce el verano en los últimos coletazos que un mar podría dar en mitad del desierto.
Las bermudas de cuadros yacen descoloridas y jadeantes en el tendedero. Las sandalias ya no ríen entre dedos de pie, están exhaustas de tanto cemento y arena fina. Y las toallas lloran rodales de agua salada.

¿Dónde fueron las voces? ¿Acaso alguien creyó que las promesas se mantenían frías en la pequeña nevera de un vendedor ambulante?
Los silencios, como las boyas, son pequeños balones de colores que se alejan con la corriente. Y uno se da cuenta de cuánto dependemos de vientos y fases lunares.

Con mis pies cubiertos de arena pegada comienzo el regreso a la ciudad sin dar nunca por sentado que en las madejas de palabras hay un resquicio de entendimiento para la luz.

No en vano el invierno tiene menos horas de sol. Y eso nunca nos deja indiferentes.

miércoles, 20 de agosto de 2008

Cosas que no te diría...

…suelo mirar al techo durante unos minutos cuando me despierto con la esperanza de dar con una brecha por la que colarme a un mundo blanco despedazado y sin tiempo. Ver el más allá y darme la vuelta con orgullo de mortal. Y de paso, decidir si he de darle una nueva mano de pintura a mi piso.

…recojo los suspiros que la gente deja escapar en las paradas de los autobuses, sobretodo los de la gente mayor. Los colecciono en cajas de galletas María intentando separar las lágrimas que me provocan de los sueños que ya han pasado de largo sin que pudiéramos alzar la mano para darles una señal y que pararan.
Bonos caducos y abono en cemento.

…cuento las baldosas multiplicando el largo por el ancho, 3x4…doce baldosas de mosaico horroroso, juego con los ojos a la charranca y procuro nunca pisar el perfil de yeso que nos tinta las ideas como fosos de lava blanca. Fantasmas empolvándose para una última escena de un drama a tres tiempos.

…cierro los ojos en las películas de miedo; los metales se aferran a la carne y no siento el frío en la pupila acudir afónico a su encuentro. Andenes de pasos sin niveles, tabla rasa y mis cinco sentidos corriendo a lo largo de la vía. La vista nunca atrás. Aunque Eurídice me acarície el cogote sinuosamente.

…nunca lanzo mi voz jabonosa en la ducha por el riesgo que la espuma canalice las tuberías en un juego de trenzas que van a dar a Rapunzel. Almenas y esponjas, encierros pactados como desnudo se halla mi cuerpo cuando ato la toalla a su alrededor.
Ni tacto ni seda. Las pieles en todo su esplendor.

…no digo ni por asomo todas las imágenes tránsfugas que se agolpan en caravana por mi mente a cualquier hora, tomando el café, fregando los platos, tensando los hilos. Son cosas que nunca te diría por no hacerte ni decirte sensato. Que las horas se llenas de hamacas y no encuentro espacio donde aparcar mi escenario. Por miedo escénico o egoísmo recalcitrante, qué mas da.

Quizás yo mismo sea todo lo que he callado.

martes, 5 de agosto de 2008

Mare vull ser pescador....(Habanera)

El problema de los límites es que intentamos vivir ajenos a ellos.

Nadamos por el mar con sensación de amplitud y desapego, sintiendo como crece con cada brazada la vanidosa insinuación de que el mundo no tiene secretos para nosotros, tampoco barreras.

Las boyas rojas flotan por doquier y la necesidad de rebasarlas es imperiosa como los abrazos que negamos a quienes se acercaron de labios abiertos. Queremos ver más mar, siempre en horizontal, nunca en pesos que nos empujen allá donde los peces son capaces de pensar que son felices. Por suerte para ellos, un solo segundo.

Si hay costas o bajeles por el camino no pensaremos que al poner el pie en ellos estamos inmiscuyéndonos en otro límite, esta vez uno desconocido. Y volvemos de nuevo al problema.

Hoy, tejiendo la red de esperanzas con la que espero atrapar nuestra ansiada libertad, he estado sentado en la arena de la playa, de piernas cruzadas, tensando el nylon verde para hacer las ausencias más pequeñas y las inseguridades corcho a su alrededor. Pescador nato que sabe ver los trazos y tramos de un Mediterráneo que juega a los desencuentros, a minar de puertos las noches. Suenan las habaneres en coro de hombres, meciendo mis sueños lejos de este mar. Sí, en otros límites.

Ojos entreabiertos, difumidado de luces y moscatel. Coca de Llavaneres. Farolillos alegres a ritmo de fiesta.

Esta noche voy a brindar por todos esos límites que creemos no ponernos pero que flotan cerca para recordarnos que lanzarse al agua no resulta tan valiente como creíamos.

http://es.youtube.com/watch?v=7FNq2bcnu68&feature=related

domingo, 3 de agosto de 2008

Perdido en Kolonaki

(...)
Allí estaba. Sus ojos, de nuevo amigos, tenían algo de inocente y piadoso, carta en blanco y orden instintiva para bajar las armas. Todavía existía alguien que creía en la bondad, o cuanto menos, la practicaba.
Por un lado, su azul maravillaba de puro y oscuro, frío, como la sensación cuando te lanzas sin previo aviso al agua un día de verano; tu cuerpo quiere salir rápidamente para recuperar su temperatura impaciente pero cuando pasan unos minutos esa frialdad te reconforta y alargas la estancia en esas aguas de sol y sal. Mares de un ocaso.
Por otro, el negro de sus pupilas emanaba dudas, reflexión, extrañeza en algunos momentos, como si quisiera lanzarme miles de preguntas segura de que iba a tener todas sus respuestas, y de no ser así, que las buscaría para ella. Y no andaba muy equivocada.

La orilla estaba atónita entre algas secas y algún que otro esqueleto de sombrilla oxidado.

(Dicen que se ha abierto de nuevo la puerta del laberinto. Esta vez no vamos en grupo, el héroe que siempre había ocultado ha decidido tomar protagonismo y reclamar su atención. Ignora a Ariadna, a sus hilos, sus entramados de besos y abandono. Es sólo el Minotauro el que le provoca el entusiasmo de adentrarse en la oscuridad donde arena y gemidos harían al más valiente volver atrás. Pero el héroe ya ha llegado a la puerta con paso decidido. Ha recogido las velas negras y las ha quemado. Son piras por donde no piensa saltar. Manos de metal y lanzas de carícias en el campo de batalla.)